viernes, 26 de enero de 2018

UCHURACCAY: UNA MUERTE ANUNCIADA, AHORA EN EL 2018








                                       In Memoria: Willy Retto, Jorge Luis Mendívil Trelles, Eduardo
                                       De la Piniella, Octavio Infante, Amador García, Pedro

                                      Sánchez, Félix Gavilán y Jorge Sedano Falcón

A 35 años de acontecida una masacre que no debió suceder, o mejor dicho que se sabía a todas luces iba a suceder, y las victimas podían haber sido, tú , yo, otro, o los 8 periodistas que fueron lo asesinados,
con el transcurrir de los años hemos ido olvidando este hecho, a las víctimas, sus familias y los victimarios, y peor aún hemos exculpado  a los instigadores, he aquí donde radica la importancia de volver a poner sobre la mesa  el tema,  y recordar lo que aconteció en esa época. Empezaré por hacer un rápido recuento, ya que información ahora hay de sobra, pues eran tiempos difícil es verdad, pero difíciles para quién? pues para quienes siempre los son, para los comuneros, los campesinos, los olvidados los marginados,
diariamente eran víctimas de todos, y de todo, de los Terroristas de las filas de Sendero luminoso que dicen abrazaron una guerra para reivindicarles, de los militares que deberían ir en su defensa, del sistema que debiera existir  para protegerlos, del gobierno que era elegido para actuar con políticas decididas de lucha contra el terrorismo y no contra los comuneros.
Pues no, todos contra ellos, y así victimas de todos cargaron con toda la culpa,  culpa que hasta hoy ellos asumen hidalgamente y cada año de forma humana realizan una peregrinación hasta el lugar de los hechos y piden perdón a las víctimas y a sus familiares, sin saberse que  ellos también fueron víctimas y aun siguen esperando que el estado, los militares y la sociedad un dia asuma su responsabilidad y al menos les ofrezca su disculpas.
Pues bien, Los comuneros de Ucchuraccay eran víctimas constantes de todos los grupos, a eso se sumaba la estrategia del gobierno y de ponerlos como carne de cañón y enviar militares para que los entrenen estratégicamente y les corroan el cerebro diciendo que ellos deben enfrentar a todos los que lleguen sin importar quienes, porque todos son enemigos, pues era la práctica de los militares, atacaban a todos, violaban mujeres, secuestraban y asesinaban a los comuneros,  y robaban sus animales y productos agrícolas, les instigaron hasta sembrar el odio, pero sobre too de miedo, ya una vez arraigado todo el terror en sus corazones, eran presas fáciles de sus mentes, lo que no les permitió diferenciar entre terroristas y periodistas, los unos irían con armas y un discurso típico, los otros llegaron solo con sus cámaras y sus lapiceros, no era difícil distinguir, aún hay mucho por indagar, pero se habla de militares infiltrados que azuzaban a los campesinos a cometer tal asesinato a hombres de prensa, que alertados por lo que venía sucediendo en la zona, deciden ir a averiguar periodísticamente, con un guía de la zona, o sea si quien los guiaba era una lugareño, no era un problema la comunicación ya que hablaba quechua, no era problema de desconfianza ya que lo conocían, no era problema de enfrentamiento ya que estaban desarmados,
¿Qué fue lo que ocurrió?, lo que pasó fue estrategia militar y sistemática del gobierno, SEMBRAR el TERROR, que es lo mismo que vienen haciendo hoy acusando ligeramente y sin tapujos a todos como "terroristas", a los que se indignan, a los que se oponen, a los que pintan, a los que hablan, a los que cantan, “ Miente, miente que algo queda” reza un decir, pues bien, hoy en día estamos permitiendo que nuestra sociedad caiga en el mismo facilismo de controlarlo todo con la Estrategia del “Terror”
Haciendo creer que todo el que no aprueba su inmoral proceder es Terrorista, y así estamos creando nuevos “Ucchuraccay”, cuidado que mañana no serán periodistas, puede ser tú, cuando al fin algo roce tu indignación, pueden ser tus hijos , tus padres, tus congéneres, sí, también puedo ser yo, pero yo  me iré hablando, gritando, arañando, tu callas con un hachazo, con un apelativo de “terroristas” de “rojo comunistas” no importa lo que realmente anide en tu mente y en tu alma, cuando hayas muerto nadie reclamará, porque no quiere que haya gente marchando por odio, así en menos de un lustro serás pasado, serán olvido, y tal vez solo tu madre marchará con una foto hasta su último aliento, y le miraran de soslayo como ociosa quejumbrosa, “comunista” “llena de odio” y no recordarán su nombre, solo dirán que es una “rojete” que vive del odio.


Alertado estamos, si alientas la cultura del insulto fácil, sin pruebas sin rasgos, ya eres terrorista, y debieras etiquetarte primero tú, si algo aprendiste de los comuneros de Ucchuraccay. que al menos tienen la decencia de pedir Perdón aun cuando ellos aun cargan con su alforja llena de dolor, de familiares muertos, de hijos no nacidos, de un corazón sin rostro congelado a 4000 metros de altura, donde se quedaron.

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