Estaba recordando que en una de
las tantas oportunidades que tuve de viajar a Cajamarca, me encontré con un panorama desolador debido
a la sequía que azotó ese año, recuerdo que era el inicio del gobierno de Alan
García, tal vez su 2do años, posterior
al de Toledo y Fujimori, hubo una
manifestación previa contra Yanacocha por las contaminaciones a las lagunas, y
recuerdo bien que desde Lima muchas personas opinaban que eran revoltosos, y
antimineros inducidos por sus dirigentes. Y recuerdo bien que era Yanacocha porque viajamos en el mismo
vuelo con varios de los altos directivos, quienes llegaban para las
negociaciones. Al llegar a Cajamarca encontré un triste panorama, no había persona con la que me cruzara y no
me narre lamentando sus situación, la
falta de agua para alimentarse, beber, para cocinar, y los casos
más dramático eran de los que me abordaban llorando por la perdida de
sus animales y cosechas, en todas partes
el tema era el mismo, en las calles, en las combis, en las chacras, y era muy
triste ver todos los cerros áridos, secos, no había caído la lluvia como se
esperaba. Realmente un panorama muy triste,
hasta me remordía la consciencia el poder comprar botellas de agua que
si se podía encontrar pero de forma restringida en el centro, en algunos
lugares tuve que dejar mis botellas de agua que llevaba para uso personal, pero claro eso en nada aliviaba el problema
mayor. Fue un viaje particular. Trate de visitar otros lugares alrededor,
llegue al distrito de Namora que no conocía, lo hice por instinto y
preguntando. Estando en la plaza visité el lugar, hice fotos y el tema era el
mismo. Ahí me enteré que ellos estaban subsistiendo gracias a que su laguna no
era muy conocida. Así que al saber de una laguna en la zona pregunté y decidí
visitarla, sin conocer pregunte el camino que como siempre no es fácil, suelen decirte aquisito y recto, cosa que ya sabemos nada es recto en
las montañas, ya que el lugar se
encuentra sobre los 3000 metros de altura, y el aquisito se traducía en cerca
de tres horas de camino, tal vez se puede reducir el tiempo si se conoce la
zona, y no era mi caso. Así entre emoción y susto, porque era una zona
totalmente solitaria, sí con hermosos paisajes que aquí sí se podía observar y
ratificaba la existencia de agua. Al llegar a la laguna era una hermosa vista,
una laguna de más de dos kilómetros de extensión, y limpia, agua transparente se podía ver las
truchas nadando. Alrededor habían ovejas
vacas, etc y una casa rustica pequeña.
A casi 30 minutos de estar
contemplando el lugar, a lo lejos vi que
se aproximaba una señora de avanzada edad, fui a darle el alcance, porque traía
bolsas llenas, muchas para su contextura
y edad. Me dijo:
-¿Cómo has llegado?, no te has
perdido. No es fácil, si no conoces te
pierdes. La montaña te engaña.
Eso yo lo sé, la montaña te deja
o no pasar.
- Si, le dije, no ha sido fácil y
lo que me preocupaba era cómo regresar, pero ahora que usted está aquí me quedo
tranquila. Usted me dirá cómo hacerlo.
Bien, esta señora era una madre
de familia cuyos hijos (5) tuvieron que
viajar a Lima para estudiar y hacerse profesionales. Y al quedarse sola decidió en lugar se
quedarse en su casa como un mueble (según lo decía ella), ser útil ante la
necesidad de la población y del
ecosistema, así que se instaló a orillas
de la Laguna que por cierto se llama San Nicolás , y ella se dedicaba a cuidar
la laguna y mantenerla limpia y mantener el ecosistema del entorno, tal es así
que me contaba que cuando ella llegó tenia ya casi 3 años cuidando la Laguna,
cuando llego estaba sucia y sin peces y ya casi seca, ella no solo la limpió
sino que además la proveyó de larvas de
peces, en este caso truchas, y ya habían otros peces también. Entonces pensaba ahora la grandeza de la
mujer del Ande, y esa cosmovisión que nunca entenderemos los costeños que es
otra nuestra realidad.
Aquí cuándo se piensa que una
persona anciana ya no es útil, ya debe
estar descansando y solo disfrutando de los nietos y casi no se le hace mucho
caso, en el ande los adultos mayores, son tan necesarios, son las sabiduría
viva, son los guías y muchas veces como en este caso los líderes y
salvadores que sin egos ni aspiraciones
de reconocimientos hacen las cosas por amor. Y cuando veía las noticias de Máxima
Acuña, pensaba en esta otra señora que si mal no recuerdo y es tremenda
grosería la mía , sé que tengo anotado
su nombre completo en alguna libreta viajera que debo rebuscar, pero si la memoria no me falla se llamaba
Eleuteria, y esta señora con sus 75 años cada 3 o 4 días bajaba al pueblo
caminando y regresaba el mismo día con todas las compras de sus enceres, tanto
para ella como para sus animales, y ese camino lo hacía sola, a riesgo de cruzarse con alguna mala persona.
En zonas del ande del Perú
existen persona con esta grandeza, y seguramente partirán de este mundo sin el
mayor reconocimiento que el saber que ayuda a su comunidad sin mayor interés
que el bien común. Y ahora me entero que
este punto hoy es uno de los más turísticos
porque claro no faltan los aprovechados que ven dinero en todas partes,
alguien compró lanchas y ahora ofrece paseos a los visitantes que llegan por
docenas y no es que me disguste la
inversión, la empresa, son necesarios, pero nunca a costa de la vida, esta laguna ya no debe ser tan pura como antes, sólo espero
que sigan respetando la naturaleza y todo el entorno que está valiente mujer
cuidó y salvo. Yo no he visto esta zona
ya convertida en turística, solo espero
que se respete a esta honorable señora. Y que Dios o el universo la cuide.
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